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Fabyio

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En 2013, me rechazaron mi propuesta de tesina (en la Normal no piden Tesis) porque "no tenía suficientes fundamentos" y porque "critica demasiado a la educación por competencias; ¿por qué no lo haces sobre los niños cuando aprenden a escribir?" me dijo mi asesor, ya harto. 🤡 

En general, trataba sobre la influencia de la tecnología en niños pequeños y cómo el Internet era ya una herramienta crucial para el futuro totalmente desaprovechada e incluso ignorada en el aula (como resultado de la mala aplicación de su adorada "educación por competencias"). 

Me mandaron por un tubo cuando, en parte, planteaba cómo sería el mundo si la educación fuera 100% en línea (lol, ¿ya tendré fundamentos?) y por qué la manera en que se aplicaba ese sistema era pues, incompetente. Preferí no titularme que ser cómplice del terrorismo educativo. 

Ahorita estaba leyendo documentos académicos de la ONU (as you do un domingo en la madrugada) y me topé con la agenda al 2030 para el desarrollo sustentable, que menciona acceso a la educación universal que -emo- sólo es realizable utilizando el Internet como herramienta. 

Una cosa llevó a la otra y terminé haciendo una investigación sobre el acceso global al internet y a las herramientas educativas gratuitas, los limitantes del idioma y el mal aprovechamiento de la tecnología en traducción de textos; en fin, en eso estoy trabajando ahorita. 

Lo bonito es que entre los textos que he encontrado, me di cuenta de que en otros países se viene cuestionando la efectividad de la educación por competencias desde hace DÉCADAS. Y ya en eso, me topé con este texto de Petra Llamas del 2014, que es hermoso.

https://www.lja.mx/2014/06/es-un-fracaso-la-educacion-por-competencias-discere/ 

Así que la educación básica en México tiene sus principios en la política (i know) y está corrompida hasta la médula. Los maestros tienen que improvisar en el aula, se les niegan las herramientas y se les piden resultados imposibles que, en el fondo, están planeados así. 

De ética ni hablemos, porque me encabrono. En fin, la escuela es una simulación. Lean por su cuenta y cuestiónenselo TODO. 

En la Normal nos impartían materias profesores de primaria que aprendieron a prueba y error y nunca tuvieron entrenamiento en educación por competencias. Y así es cada vez que hay reforma educativa; nadie entrenó a nadie pero si te preguntan tú di que sí. Aquí está tu título. 

También este texto está buen suave. 🥺

"Ultimately, teachers need to be trained and supported in the same way as students. And for both groups the standards have to mean something."

https://www.kqed.org/mindshift/28067/to-break-the-mold-is-competency-learning-the-key

O sea, tampoco digo que la educación por competencias es el diablo. Al contrario, de emplearse de manera correcta -e individual- podría ser una herramienta excelente para desarrollar y perfeccionar técnicas de aprendizaje. Por eso es absurdo quererlo aplicar a 30 niños a la vez. 

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En ocaciones, nos encontramos atrapados entre un muro de inseguridades creada inconcientemente por nosotros mismos a través del tiempo, y una espada de presiones múltiples que ha sido forjada por la sociedad que nos rodea. Ese momento de desesperación en el que quieres escapar, gritar, salir corriendo y golpear a alguien. O bien, como en algunos casos sucede, prefieres escribirlo.
"La Sociedad de los Poetas Muertos", es una película que nos muestra cómo un solo humano puede cambiar el sentido en la vida de otro. En este caso la relación es maestro-alumno, y viceversa. Es impresionante la manera en que buscamos escapar de toda esa presión que se ejerce sobre nosotros por ser mejores, hacer lo que es considerado conveniente para nosotros y ser básicamente obligados a guardar nuestros sueños y deseos ahí, en un rincón lejando de una habitación cerrada, y olvidarlos. El fracaso es un término que se utiliza para personas que no han cumplido con las pautas que han sido socialmente aceptadas a lo largo del tiempo, cuando, a mí parecer, debería utilizarse para describir a una persona que no luchó por sus sueños. Personas no pensantes. Personas que se quedan con la idea de que cumplir con la sociedad es "ser algo". Porque nadie quiere "ser nada". Pero realmente, ¿qué significa "ser algo"? Podemos ver en la película cómo influye la familia, los estatus sociales y la rigidez de la misma institución en la actitud de los alumnos. La sed de expresión que tienen, esas ganas de, por una vez en su vida, no tragarse las ganas de volar muy lejos, hacer algo por sí mismos. Ser ese algo que no se le permite, por quererlo forzar a que sea alguien "mejor". Así, entre comillas. Personalmente y por desgracia, logré identificarme con la historia trágica de la película, ya que mi situación es similar. Por ello, entiendo cómo es la opresión, la desesperación y el miedo que esto implica. Sin embargo, la solución debe encontrarse, y no limitarse, como sucedió en la historia. Por otro lado, como docentes, debemos ser suficientemente observadores como para darnos cuenta de qué tan lejos estamos llevando a nuestros alumnos, si es de la manera adecuada y en el momento adecuado. Porque formular ideas, crear etiquetas, dar cosas por hecho porque parecen estar implícitas, es muy fácil. Pero a veces las situaciones llegan mucho más lejos, y el impacto que causamos en las personas es mucho mayor de lo que podríamos imaginar. Las consecuencias son el producto final de ello. Lo preferible sería que todas ellas fueran positivas. Por desgracia no siempre es así. Y sobre la poesía, ¿qué puedo decir? La poesía es el arma más mortal para quienes saben cómo utilizarla. Dañina, perversa, dulce y completamente necesaria para almas que, como yo, debo decir, necesitan escapar fuera del mundo de vez en cuando. Aunque sea tan solo un rato.
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blog de estilo creativo

A veces me gusta imaginar que mi vida es una serie de televisión que se separa por temporadas, con personajes constantes, otros cuantos temporales y otros que hacen una aparición y luego desaparecen para siempre. Incluso me gusta pensar en el soundtrack de cada temporada. La parte difícil es cuando dicho soundtrack se pone lento y acústico indicando que el final de una temporada se acerca. Muchas personas tenemos tendencia a temerle al cambio, especialmente cuando estamos en general cómodos con nuestra vida tal y como está.

La mayoría de las personas evita los cambios cuando cree que se encuentra en una situación estable, pero como dice la frase “el que no arriesga, no gana”. Quizá es funcional para algunas personas cuyas prioridades incluyen la estabilidad y tranquilidad de una vida convencional, que podría sonar atractivo desde cierta perspectiva, pero es cuando me grita Willie Nelson a la carretera y me hace sentir cosquillas en el estómago y ganas de ver todo el mundo que sé que prefiero pagar el precio del cambio, que quedarme sentada a suplicar por que no pase nada.

Prefiero simplemente nunca decir adiós en caso de que sea un hasta luego. Y no decir hasta luego, en caso de que sea un adiós.

Lo cierto es que olvidamos que el cambio a veces -de hecho la mayoría de las veces- es bueno. Como humanos, tenemos la capacidad de aprender para mejorar y mejorar para crecer. Y las posibilidades son infinitas para todo lo que podemos lograr una vez que lo aceptamos.

Aun así, cambios implican finales y los finales despedidas. Soy mala con las despedidas. Soy de esas personas que de repente dejan de contestarte los mensajes sin dar ninguna explicación. Es irresponsable, pero no a propósito, la verdad es que, como a Doctor Who, no me gustan los finales. Pero como no tengo una máquina que viaja en el tiempo y el espacio para escapar, prefiero simplemente nunca decir adiós en caso de que sea un hasta luego. Y no decir hasta luego, en caso de que sea un adiós.

Por eso los finales de temporada son épicos y cambiantes, aunque tristes y a veces fríos, pero totalmente emocionantes y aterradores. En algún punto debemos aprender a aceptarlos y a entender que ya sea un cambio pequeño o uno que defina hacia dónde se dirige nuestra serie entera, está en nosotros recordar que cada final implica un comienzo. Y no hay nada más vital que un nuevo primer capítulo.
Impreso en: La Crónica de Hoy
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scratch denim
Hace unos días me informaron que una compañera de la secundaria perdió la vida. No la conocía mucho y no la había vuelto a ver desde los 14 años, por lo que mi primera reacción se le acercaba mucho a la indiferencia. Continúe haciendo mis cosas, hasta que de pronto me di cuenta de que llevaba más de dos minutos conteniendo el aliento. Me levanté de mi silla y corrí al baño a vomitar. Ya no estaba tan cerca de la indiferencia como yo pensaba.
Cuando nos podemos relacionar fácilmente hacia una situación, nuestro subconsciente nos dice a gritos “pusiste haber sido tú”. Lo mismo sucede de manera inversa. Cuando alguien cercano tiene éxito, por ejemplo, nuestros instintos primitivos se manifiestan hasta cierto nivel y sentimos envidia porque “pudimos haber sido nosotros”.

Por ello las películas y los libros que más nos gustan son aquellos con los que nos sentimos identificados o bien, quisiéramos sentirnos identificados. 
Lo cierto es que somos más vulnerables estando vivos, pero no nos detenernos a reflexionar en ello.

Una mala noticia afecta de diversas maneras. Creo que mi reacción se debió más bien al hecho de que alguien de mi edad perdiera la vida, haciéndome cuestionarme sí mi generación está comenzando a extinguiese y si se me está terminando el tiempo para cumplir mis metas de vida. Qué egoístas podemos llegar a ser los seres humanos.

Traté de recordar a mi compañera de secundaria. No la recuerdo mucho, excepto porque era bastante popular y me hizo sentir mal a propósito en más de una ocasión. Más sentimientos encontrados me hicieron sostener el aliento de nuevo. Malos pensamientos que me llevaron a sentir culpa, después de tantos años. Y es que no nos sentimos culpables hasta que nuestras acciones recaen en alguien vulnerable. Y tendemos a pensar que la muerte es nuestro estado de mayor vulnerabilidad. La verdad es que no podemos saber en qué momento de la vida estamos. Lo cierto es que somos más vulnerables estando vivos, pero no nos detenernos a reflexionar en ello.

Finalmente sentí una pena terrible pensando en cómo debe estarla pasando su familia y preguntándome mil cosas más sobre el solo hecho de estar viva. No le llamaría miedo a lo que sentí después. Me entró un enorme deseo de que mi compañera hubiera cumplido con sus metas de vida y me motivé a ir detrás de las mías. Porque como dijo Dumbledore: “Para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura.”
Publicado en: Omnia Noticias
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Conforme vas llegando a la vida adulta —aunque no lo quieras aceptar— te das cuenta de que ahora comienzas a juntar suficiente dinero para hacer y comprar aquello que tanto querías, pero lo que en consecuencia se ve escaso es el tiempo para hacerlo.

Desde que cambié de trabajo, (trabajé mucho tiempo siendo Barista en un café muy popular de la ciudad de Chihuahua), los viajes que he hecho han sido escasos a diferencia de antes, cuando me dedicaba a andar de aquí para allá. Pero después de 2 años sin visitar la capital del país, compré un vuelo redondo al D.F. y boletos para Pearl Jam, con 6 meses de anticipación, viéndome así más que obligada a darme el tiempo.

Cinco días de vacaciones fueron suficientes para poder visitar los lugares que a continuación les recomiendo.

Últimamente había visto los comerciales de Trivago y me llamaba la atención que no tenían mucho sentido, pero fue la página que me ayudó a encontrar el hotel Fontán Reforma, a una cuarta parte de su costo original, con sus cuartos recién remodelados y con esta maravillosa vista en mi ventana, ya que se ubicaba en plena Avenida Reforma.


Ese día, después de dejar las maletas y tomar un baño rápido, llegamos a comer a la Pizza de Perro Negro. Tienen 6 sucursales en todo México, 3 en D.F.

Las pizzas que manejan son de graaan tamaño y, en particular, la cerveza de su misma marca es deliciosa. Ésta vez probé sus pizzas Tenesse BBQ y la nueva The Risin' Sun, y para acompañar Bulldog Frances y Golden Retriever, todo altamente recomendables.

Y de noche, visité la cafebría El Pendulo.

De la cuál no tomé fotografías. Tienen muchísimos libros y artículos interesantes, sobre todo de diseñadores mexicanos. Tengo que confesar que no me gustó nada lo que pedí, que fue una cerveza con clamato cubano (caliente) y unos chicken fingers (con una consistencia nada crujiente). Pero la próxima vez que esté de visita, le daré una segunda oportunidad.
Jumpsuit color camello y Botas overknee en negro. 




Al día siguiente, después de pasar la mañana y tarde en Six Flags -es una visita obligatoria siempre que hay juegos nuevos-, una siesta corta, un baño y un par de cambios, el ganador fue el siguiente:



Tomamos unos whiskies en el hotel y salimos a bailar toda la noche al Patrick Miller en la Roma. Los viernes es de música de los 80's y 90's, así que no hay excusa para no moverse. Después fuimos a un popular bar de la zona donde también tenían bastante buen gusto musical.

Patrick Miller
Otro lugar que les recomiendo de corazón, es el que te salva de la cruda el siguiente día. Vayan por favor a desayunar a Chilakillers. Es una fonda decorada con un arte moderno y a su vez abstracto, donde puedes pedir el desayuno más mexicano que deseas, acompañado de una cerveza michelada. El tamaño de las porciones del platillo son más del doble de lo que pude comer, pero de verdad deseas dejar el plato vacío.



 

Luego caminando a la Condesa, visitamos La Pulquería Fina. No soy fan del pulque pero me agradaron los sabores de piña colada y manzana-naranja.
Esa noche fue el concierto. Después de 6 meses de esperarlo, no podría creer estar entre 60 mil personas escuchando a Pearl Jam. El outfit de la noche, a pesar de la idea que tenía y las opiniones     sobre llevar camisas a conciertos, fue bastante cómodo y sencillo.

Camisa blanca, jeans negros, nikes blancos y suéter a la cintura.


El domingo visité Coyoacán buscando lugares donde comer y pasar una tarde amena, y después de visitar el mercado en la plaza y dar un par de vueltas encontramos frente a una de las plazas principales en un segundo piso un lugar llamado Doña Chela. Nos atendió una chica muy amable y al subir las escaleras me encontré con éste mágico lugar de donde es la primer fotografía. Después subimos a bar La Bipo a probar la jarra Esquizofrénica.




Doña Chela
La Bipo
Jarra La esquizofrénica


A pesar de haber dudado en regresar pronto, una vez más el DF me sorprende y logra mandarme de regreso a mi ciudad con un buen sabor de boca y ganas de volver una vez más. 
Hasta pronto.



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Me gusta la lluvia, el café y los clichés.

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