La industria en las manos de un Gamer

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Texto por @LanXsoo

Este sábado pasado hemos perdido a uno de los grandes íconos de los videojuegos, Satoru Iwata, Presidente y CEO de Nintendo, que a sus 55 años falleció por un padecimiento en los conductos biliares. Demostró que no sólo se puede cambiar la industria con soluciones técnicas y creaciones espectaculares, sino también con decisiones inteligentes, siendo así un ejemplo para diseñadores, ingenieros y programadores. Muchos de ustedes se preguntarán por qué fue tan sentida la muerte de dicha personalidad y la respuesta es larga y tendida. Primero, Satoru Iwata fue el primer presidente que no era parte de la familia Yamauchi, fundadores de una empresa de juegos de cartas que ahora es conocido entre algunos de sus fanáticos como “la gran N”; segundo, y siendo el motivo por el que estoy aquí, Iwata fue el primer presidente que aún teniendo el cargo pasó a mejor vida.

Para entender el porqué del sentir de su pérdida, tenemos que retroceder en el tiempo y ver con lupa todo lo que hizo desde temprana edad, Iwata-san siempre mostró interés en la programación computacional, creando juegos numéricos programados en su computadora y que además le encantaba compartir con amigos. Con el paso del tiempo, se unió al Instituto de Tecnología de Tokio, donde obtuvo su grado en Ciencias Computacionales. Al terminarla, trabajó de medio tiempo como programador en los Laboratorios HAL, así es, los mismos laboratorios en los que nacería el famoso y trascendental Super Smash Bros para Nintendo 64, proyecto en el cual Iwata también participaría. 

Como un dato curioso, cuentan que esta etapa de su vida no fue bien vista por su familia, quienes no le dirigieron la palabra por varios meses. Es extraño cómo la vida te pone retos para retar tus capacidades, pero a pesar de ello, el joven programador continuó persiguiendo sus sueños. De las cosas más importantes que hizo en los Laboratorios HAL fue intervenir en la creación de juegos como Pinball y el legendario Balloon Fight, que consiste en dos jugadores volando con globos, intentando hacer que el otro caiga al agua. Sin embargo, el primer título de importancia para Iwata fue nada más y nada menos que Kirby´s Adventures para NES (1993), donde colaboraría con Masahiro Sakurai (actual encargado de la saga de Smash Bros), al ayudarle a concretar la visión que tenía con respecto a la entrega.

Cabe destacar que lo que llamó la atención de Hiroshi Yamauchi, en aquél entonces presidente de Nintendo, no fue sólo su habilidad en la programación, sino que además su instinto para el negocio de los videojuegos. Esto salió a relucir en 1992, cuando HAL cayó en bancarrota e Iwata tomó las riendas para, eventualmente, poner a la compañía en números negros.

En los noventas, como director de HAL, daría a la industria los mejores aportes, como el código desde cero de Earthbound, conocido como Mother 2 en Japón, logrando terminar el proyecto en tan sólo seis meses y ahorrando a Nintendo un año y medio, pues con el trabajo fallido que se había realizado hasta entonces hubiera tomado un plazo de más de dos años.

Había creado uno de los RPG’s de culto mejor elaborados en la historia. Junto a esta gran hazaña, brillaron títulos como Kirby´s Super Star y Pokémon Stadium. Este último fue un port perfectamente hecho del sistema de batallas de Pokémon al plano tridimensional sin referente alguno; un port es el traslado de un código que fue desarrollado para alguna plataforma, en este caso el Game Boy Color (GBC) al Nintendo 64, una verdadera hazaña para la época. Como agregado de a toda esta trayectoria y ya colaborando con Nintendo en otras franquicias, optimizó el código de las versiones Gold y Silver de Pokémon, esta vez a cargo de Game Freak, que hasta la fecha es la desarrolladora de la franquicia para que además de la región de Johto pudiese estar disponible la región de Kanto.

“Un programador no tiene derecho de decirle a un diseñador que algo es imposible en su juego”  
– Satoru Iwata

Y es así como llegamos a Mayo de 2000, donde en una junta con el presidente de Nintendo en la que el mismo Iwata pensaba que sería despedido de su cargo, recibió la noticia que podría ser considerada como la más importante de su carrera: se convertiría en el sucesor de Hiroshi Yamauchi para tomar las riendas de Nintendo. Coronado ese momento con las palabras del aquel entonces presidente “Iwata tiene los instintos para sobrevivir en este negocio. Las razones para escoger a Iwata-san se reducen a su conocimiento y comprensión del Hardware y Software de Nintendo”. Ustedes juzgarán ahora si era o no el indicado.

Llegados a este punto, las cosas se volvían un poco caóticas, por así decirlo, con la vida de las consolas aprobadas por Yamauchi (GameCube y GameBoy Advance SP/Micro). Por el hecho de terminarlas, había que hacer algo. Es aquí donde el instinto de Iwata lo invitaba a cambiar el rumbo con los siguientes dúos de consolas.

La competencia ganaba terreno en las salas de muchas casas consideradas como territorio de Nintendo, como consecuencia de esta presión, nacen las dos consolas más exitosas en la carrera de Iwate como presidente: el Wii y el Nintendo DS. Estas dos consolas revolucionaron su propio ámbito. El Wii, con la implementación exitosa de controles de movimiento, llevando el concepto de juego a otro nivel; y el DS, por su parte, con su doble pantalla te permitía quitar elementos que restaban visibilidad en la pantalla superior y haciendo la pantalla inferior, que además era táctil, fácil de manejar.

Algo que caracterizó a esta consola de sobre mesa (Wii) fue que iba en contra de toda la tendencia que estaba en su boom en aquél entonces, como el sub-HD que promovían tanto Sony como Microsoft. Pero aún con todo esto, el Wii se convirtió en el triunfador de la generación al vender 100 millones de unidades de 906 millones de juegos. La idea estaba más que clara: recuperar la simplicidad y el buen gaming. Hasta la fecha, Wii es el perfecto ejemplo de las posibilidades de innovación en la industria de los videojuegos.

Es así como llegamos a la recta final de esta historia en donde las últimas consolas aprobadas por el ojo de Iwata entraron a la escena. Por un lado tenemos al Nintendo 3DS, la versión corregida de su predecesor, con la posibilidad de tener gráficos en 3D sin necesidad de unas gafas; la antes mencionada se colocó rápidamente en el gusto del público, mandando a las regaderas a su competencia directa, el PSVita, junto con una amplia librería de videojuegos que hasta la fecha hacen falta a la portátil de Sony.

Por otro lado está el WiiU, la consola que incluía el GamePad y que le permitía dar funciones inteligentemente pensadas que, al igual que su la consola portátil predecesora, permitía liberar la pantalla del televisor de elementos que restaban visibilidad.

Ambas consolas tenían un nuevo rumbo: adentrarse en terrenos que después de mucha meditación por parte del directivo estaban solas y además podían tener resultados increíbles. Como resultado de este cambio de política ideológica, nació un producto de Nintendo que es extremadamente viral: los “Amiibo”, figuras que puedes adquirir para tener interacción con las entregas de la compañía. Estas pequeñas figuras daban ya otro sentido a la manera en la que jugabas, además de que incursionaba en el área de los móviles de la mano con DeNA, quien a su cargo ya había tenido entregas exitosas para móviles y tenía la promesa de cambiar a lo que hoy en día se le conoce como el cáncer de la industria.

Una de las interrogantes más grandes que nos dejó el señor Iwata fue la NX, que por mucho tiempo fue considerado como el sucesor del WiiU, hasta que él mismo desmintió la noticia. A pesar de ello, varios trabajadores de Nintendo han afirmado que lograrán hacer creaciones con la NX que con el WiiU eran imposibles.


Es así como termina el recorrido a la obra del, hasta este sábado pasado, Presidente y CEO de Nintendo Satoru Iwata. Pero antes de culminar, me gustaría hacer hincapié en lo que considero su cualidad más destacable, pues él representaba el ideal gamer. Tomando las palabras de Malestrom, sabemos que Iwata nunca habló mal sobre nadie, nunca fue pesimista y mucho menos alarmista, nunca atacó a nadie o abusó de su puesto. En pocas palabras, Iwata representaba todo lo que para nosotros los jugadores Nintendo representa referirse al nombre se Satoru Iwata, se trata simplemente de clase, pues no sólo comprendía a los gamers como tal, sino que además representó siempre lo mejor de esa parte del mundo de los videojuegos como hombre de negocios. Sin duda ha partido uno de los grandes. 

Que descanse en paz, Satoru Iwata.

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